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La Compañía de Responsabilidad Limitada (CRL) se ha convertido en una herramienta poderosa para alcanzar muchas metas de protección de activos/bienes. La CRL es la estrategia más versátil y conveniente para ser dueño de propiedad alquilada, activos/bienes peligrosos, operar un negocio y lograr un excelente nivel de privacidad financiera.
La CRL proporciona la protección de responsabilidad de una corporación sin formalidades (minutas corporativas, reglamentos; directores, y accionistas). A diferencia de la ley corporativa, la cual permite que accionistas y oficiales sean demandados individualmente si no siguen las formalidades corporativas, la ley CRL específicamente prohibe un pleito en contra de un miembro por las responsabilidades de la CRL. Una meta principal de la legislación de la CRL era de cambiar este resultado anunciando claramente que los miembros y los gerentes de la CRL no podían ser nombrados en un pleito en contra de la compañía. La nueva ley se hizo específicamente para proporcionar un medio que protegería a los dueños de la responsabilidad asociada con el negocio- el propósito de la corporación, pero no se logró.
Un miembro de la CRL no es responsable por reclámos u opiniones en contra de la compañía. Cuando se trata con una propiedad de alquiler o un negocio activo, la responsabilidad potencial asociada con el negocio es una preocupación primaria. Pero como hemos dicho, la ley específicamente declara que los miembros de la CRL no pueden ser demadados.
Propiedad retenida en una CRL no puede ser secuestrada por el acreedor de miembro. Toda ingreso de la CRL pasa directamente por las devoluciones personales de los miembros. Cuando la propiedad es transferida a la CRL o distribuida, no existen consecuencias de impuestos separados. No existen impuestos cuando los fondos son retirados de la compañía. El ùnico impuesto que se paga es en el ingreso generado, el cual es reportado en la declaración de renta personal del dueño. Este sistema evita las complicaciones y el pago duplicado de impuestos que plaga el formato corporativo.
La diferencia principal de una CRL y una compañía es que la CRL es un medio neutral a impuestos porque los impuestos son aplicados como sociedad y no como corporación. Como resultado, utilizar una CRL elimina impuestos a nivel corporativo. En este caso, es como una compañía, pero sin todas las restricciónes y desventajas. Si la CRL no tiene obligación de pagar sus impuestos - entonces quien? La obligación de pagar cualquier impuesto que de lo contrario se debe por la CRL, pasa directamente a los miembros de la CRL. Para la CRL , los miembros son como los accionistas para compañías normales. Otras compañías, al igual que individuos y fundaciones, pueden ser miembros de una CRL. No existen límites en el nùmero de miembros o clases de miembros que una CRL puede tener. Lo importante que hay que recordar es que cada miembro es responsable por su propio prorrata de cualquier obligación de impuesto global de la CRL y que la CRL en si no tiene obligación de pagar impuestos.
CRLs son excelentes medios para estructurar convenios en conjunto entre participantes de proyectos de diferentes países. Esto es porque la empresa conjunta puede disfrutar de todos los beneficios de incorporación, pero cada miembro debe hacerse responsable por sus impuestos en su propio país. Inclusive, la flexibilidad de membresía permite que differentes empresas conjuntas tengan diferentes niveles de posesión y recompensa en base al valor que cada miembro integrante ofrece al proyecto.
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